Una leyenda griega cuenta que el coloso Hércules viajó hasta la Península Ibérica con el propósito de robar el ganado de toros rojos del temido gigante Gerión, con el cual se enzarzó en un combate que acabó con la vida de éste último.
Tras esta titánica lucha, el mito cuenta que Hércules, ayudado de su inmensurable fuerza, separó los continentes europeo y africano, entremezclando las aguas del mar mediterráneo con las del océano atlántico, para posteriormente y como acto conmemorativo, erigir las denominadas Columnas de Hércules: Abyla y Calpe. Éstas se encontrarían ubicadas a cada lado de lo que se conoce hoy día como el Estrecho de Gibraltar, lo cual supondría una idealización mitológica del Peñón de Gibraltar al norte y de los montes Hacho (Ceuta) o bien Musa (Marruecos) al sur, una cuestión que actualmente sigue siendo motivo de debate.
La “columna norte” que se menciona en este mito, es decir, el Peñón de Gibraltar, se halla en la comarca gaditana del Campo de Gibraltar, junto al territorio británico de ultramar que lleva su mismo nombre. Se trata de una comarca compuesta por siete municipios (San Roque, Tarifa, Algeciras, La Línea de la concepción, Los Barrios, Castellar y Jimena de la Frontera) y bastante rica en patrimonio cultural, natural e histórico, donde al sur surcan libremente los vientos de levante y poniente, y en el norte dominan las extensas hectáreas de alcornoques que visten de verde colinas y valles.
Una comarca que alberga dos parques naturales: Los Alcornocales en el norte, que supone la mayor masa conservada y productiva de alcornocal de la Península Ibérica; y el Parque Natural del Estrecho en el sur, una zona de flujos e intercambios entre dos continentes que se ha convertido en un área clave en los procesos migratorios de aves y especies marinas, ofreciendo al visitante la posibilidad de practicar turismo ornitológico. Su fauna y flora lo convierten en un escenario de alto valor científico pero también en una zona con gran valor cultural, pues ha sido testigo de las históricas relaciones entre el continente europeo y africano, convirtiéndose en un punto estratégico en los tránsitos culturales que han ido desde el mar mediterráneo hasta el océano atlántico y viceversa.
Por otro lado, a lo largo de esta comarca gaditana se han asentado gran número de culturas, pues tanto fenicios, griegos y cartaginenses como romanos y bereberes han habitado al sur de la misma durante el paso de los siglos, convirtiéndola en una zona con gran abundancia de restos arqueológicos y recursos culturales e históricos. En este sentido, cabe mencionar la que se conoce como la ciudad más meridional de Europa: Tarifa, la capital andaluza del viento por excelencia. Situada en la costa gaditana, a poco más de 14 km de las costas africanas, es una de las ciudades costeras más turísticas de la provincia de Cádiz y se ha convertido en el reino del Windsurf y el Kitesurf para los amantes de este deporte. De este modo, cada año a miles y miles de turistas visitan las playas de Los Lances y Valdevaqueros para practicar actividades cuyo motor es el viento de levante que azota estas idílicas y extensas playas. Un rincón al sur de Europa que cuenta con numerosos restos prehistóricos como las pinturas naturalistas de la Cueva del Moro o la necrópolis de los Algarbes, a lo que hay que sumar los vestigios fenicios de la Isla de las Palomas.
No obstante, si de patrimonio cultural hablamos, el Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia es el yacimiento arqueológico de esta comarca por excelencia. Ubicado en el término municipal de Tarifa, a unos 20 kilómetros de dicha localidad, encontramos los restos de la antigua ciudad romana de Baelo Claudia, declarado en la actualidad como Monumento Histórico Nacional y considerada una de las mayores muestras de urbanismo romano que se conocen. Su estado de conservación es sorprendente y en su época fue importante por sus conservas y salazones, siendo el origen de la salsa garum que se exportaba a todo el imperio romano; además de ser un punto estratégico en los flujos comerciales que cruzaban El Estrecho. En el siglo II d.C fue afectada por un terremoto de forma trágica, perviviendo solamente un pequeño núcleo de población hasta el siglo VI d.C, cuando fue despoblada definitivamente. Actualmente, se ha construido un Centro de Visitantes y un museo que permiten participar o disfrutar de talleres didácticos, visitas guiadas teatralizadas, conciertos, presentaciones, exposiciones y la celebración del ciclo de Teatros Romanos de Andalucía que tiene lugar cada año en los meses de verano.
Esta joya arqueológica se encuentra a escasos metros de la paradisíaca playa de Bolonia, una extensión de arena fina de 3800 metros de largo y 70 de ancho, considerada como una de las pocas playas vírgenes que se pueden encontrar hoy día al sur de Andalucía. En la zona oeste de dicha playa se encuentra la Duna de Bolonia, con más de 30 metros de altura y 200 de anchura, fue declarada Monumento Natural en 2001 y está formada por dunas en media luna perpendiculares al viento y con pendientes desiguales que conforman un paisaje idílico a los ojos del visitante.
Por otro lado, a poco más de 2 kilómetros de la playa de Bolonia, en dirección contraria a la duna, podemos encontrar las Piscinas Naturales de Bolonia, que consiste, como su propio nombre indica, en un conjunto de piscinas naturales formadas por el estancamiento del agua del mar entre las rocas de la orilla al bajar la marea.
La historia cuenta que el mismísimo emperador Claudio se bañaba en estas piscinas, y no es para menos, pues con la marea baja se convierte en un paraíso natural donde el visitante puede disfrutar de un refrescante baño rodeado de naturaleza, además de embadurnarse del barro terapéutico que se forma tras mezclar con agua la pizarra que se encuentra en la pared del acantilado que las bordea. El acceso a estas piscinas es algo complicado, pues hay que caminar durante algo más de 2 kilómetros por la playa de Bolonia en dirección este, lo que permite que sea un lugar recóndito e ideal para aquellos que buscan alejarse de los bullicios de las playas masificadas. Se recomienda ir debidamente calzado y con la vestimenta adecuada, además de llevar agua u otras bebidas para evitar la deshidratación durante el trayecto.
En definitiva, muchos son los tesoros que podemos encontrar en este pequeño rincón de la costa gaditana, que ofrece al visitante la posibilidad de disfrutar de playas vírgenes, paisajes de gran esplendor y uno de los yacimientos arqueológicos mejor conservados del territorio nacional. Si estás interesado en visitar este espléndido paraje, Andalucía Experiencias te ofrece la posibilidad de realizar una excursión desde Sevilla o Cádiz al espectacular Conjunto arqueológico de Baelo Claudia, la cual incluye los traslados desde el hotel, desayuno y una visita guiada por dicho yacimiento, además de la posibilidad de disfrutar de los encantos que ofrece la playa de Bolonia y alrededores.
IRENE NAVARRO
Fotos: Cádiz Turismo
Fuentes:
www.cadizturismo.com/destinos/provincias/cadiz/municipios/tarifa/
liberiamagica.blogspot.com.es/2012/09/las-columnas-de-hercules-y-el-estrecho.html
www.andalucia.org/es/destinos/provincias/cadiz/municipios/tarifa/historia/
www.marcaparquenatural.com/parquesnaturales/parque-natural-del-estrecho/
www.monplamar.com/tarifa-paraiso-de-los-deportes-del-viento-frente-a-africa/
www.andalucia.org/es/turismo-cultural/visitas/cadiz/museos/conjunto-arqueologico-de-baelo-claudia/
www.cadizturismo.com/espacios-naturales/monumento-natural/duna-de-bolonia/
www.cuadernodeliderazgo.net/2014/08/piscinas-naturales.html